9 dic 2014

Y en el medio de la noche se besaron hasta desgastarse los labios, extasiados en un mar caricias ninguno tenía intención de detenerse. Todo iba tan rápido y tan despacio a la vez, tan suave y tan frenético, tan ilógico y tan coherente. No había nada que pudiera pararlos, juntos podían detener el mundo, prender fuego  la ciudad, hacer posible lo imposible. Juntos eran indestructibles, eran fuertes. Juntos eran magia..